Con su vocación clara desde niño, Jaime es un autodidacta de la pintura. Decendiente de colonos franceses de la zona de Lirquén, durante su vida ha combinado el trabajo manual en diversas actividades con su vocación artística. Hijo del esfuerzo, Jaime creció rodeado de actividades manuales, con una madre de gran sensibilidad y un abuelo preocupado en enseñarle los misterios y usos de cada herramienta de su taller minero. Son esas herramientas o misteriosas máquinas, guardadas en sótanos obscuros y húmedos, las que motivan al artista y son el tema central de sus pinturas. De ahí viene el carácter escultórico, de volúmenes centrales que podemos apreciar en sus obras y los extraños nombres asociados. Trabaja el óleo, que le gusta dejar secar a su ritmo natural, en capas delgadas y agrega grafismos rayando con herramientas de su propia fabricación.
EXPOSICIONES INDIVIDUALES Y COLECTIVAS DESDE 1985 A LA FECHA.